Como explican los investigadores, estas galaxias primitivas y desordenadas se fusionan entre sí y luego evolucionan a un ritmo extremadamente lento. Las teorías cosmológicas sugieren que para que una galaxia llegue a ser tan ordenada como nuestra Vía Láctea (un disco giratorio con estructuras ordenadas como brazos en espiral), la evolución debe haberse producido a lo largo de miles de millones de años. Sin embargo, los resultados de REBELS-25 ponen en duda esta hipótesis.
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La galaxia fue descubierta durante una campaña de observación anterior realizada por el mismo equipo, también con el telescopio ALMA. Estos impresionantes resultados mostraban signos de rotación, pero la resolución no era lo suficientemente buena como para estar seguros, por lo que tuvieron que realizar más observaciones con mayor resolución. Así pudieron averiguar la estructura y el movimiento de la galaxia, confirmando que se trata de una galaxia de récord.
«ALMA es el único telescopio existente con la sensibilidad y resolución necesarias para lograr esto», afirma Renske Smith, investigador de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido) y coautor del estudio. Los datos también sugieren que REBELS-25 tenía rasgos más evolucionados similares a los de la Vía Láctea, como una unión central alargada e incluso brazos espirales, aunque serán necesarias más observaciones para confirmarlo.
«Descubrir más indicios de estructuras más evolucionadas sería un descubrimiento apasionante, ya que se trataría de la galaxia más lejana con estructuras de este tipo observada hasta la fecha», afirma Rowland.