El misterioso lugar de una gigantesca erupción volcánica que ha dejado perplejos a los científicos durante casi 200 años ha sido desvelado por fin gracias a investigadores de la Universidad de St Andrews.
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En 1831, una enorme erupción volcánica liberó gases sulfurosos a la atmósfera, reflejando la luz solar y provocando un enfriamiento global de aproximadamente 1 °C. Este frío, bien documentado en todo el mundo, provocó la pérdida generalizada de cosechas y hambrunas devastadoras. Ahora se ha determinado que la erupción se produjo en las islas Kuriles, al norte del océano Pacífico.
El compositor Felix Mendelssohn llegó a escribir sobre el desastroso tiempo durante su viaje de verano por los Alpes en 1831: «Tiempo desolador, toda la noche y toda la mañana volvió a llover, frío como en invierno, en las montañas cercanas ya hay nieve profunda. »
La erupción de 1831 es la «erupción misteriosa» más reciente de la Tierra. Aunque los científicos sabían que fue un acontecimiento importante que provocó cambios climáticos y malestar social, la identidad del volcán responsable ha permanecido desconocida y sigue siendo objeto de acalorados debates.